martes, 10 de junio de 2008

Leonard Cohen. La vuelta al ruedo del monje Silencioso.




El legendario cantante y poeta canadiense ha vuelto a los escenarios. Con 73 años de edad y luego de 15 años de no presentarse en directo dio inicio el 8 de marzo a una gira mundial en la ciudad canadiense en la que inició su carrera, Toronto. A esta le seguirán otras presentaciones en Dublín, Manchester, Montreal, Amsterdam, Edimburgo, Glastonbury, Montreux y Londres, entre varios otros lugares.
Leonard Cohen nació en Montreal en 1935, hijo de una familia judía acomodada. Empezó dedicándose a la literatura. Publicó su primer libro de poemas "Vamos a comparar mitologías" en 1956. Publicó varios libros de poesía y novelas, la más conocida de ellas es "Hermosos perdedores" de 1966. Antes de hacerse famoso mundialmente por su música, fue reconocido por sus libros, principalmente en Canadá y Estados Unidos.
La influencia de su amor por la literatura se nota en la sutileza y complejidad de sus letras que le ganaron el prestigio de gran poeta del folk/rock. Su primer disco "Songs of Leonard Cohen" salió en 1967. Contenía sus primeros éxitos: "Suzanne", "Sisters of Mercy" y "So Long, Marianne".
Su carrera lo llevó a los USA, en la misma época en que surgieron Bob Dylan, Joan Baez, Janis Joplin, The Doors, Joni Mitchell y otros grandes del rock y el folk. De los cuales algunos como Dylan y Mitchell son fans declarados de su música y poesía. Allen Ginsberg dijo de él: "El único al que Leonard Cohen no le rompió la cabeza fue a Leonard Cohen"

En el panorama de una época de luchas y reivindicaciones, Cohen se distinguió por la temática de sus letras y su estilo tan particulares, podría decirse más místicos que políticos, si bien se reconoce una marcada tendencia antifascista en su obra.

Sus letras están cargadas de temas religiosos, la devoción, la santidad, mezcladas con variantes del tema del amor de pareja, a veces con cierta cuota de ironía y decepción. El mundo, dibujándose negro y salvaje como lo pinta en el tema "El futuro" (2002), del disco del mismo nombre. “He visto el futuro, hermano, y es asesinato”.
Y temas que aluden en general a la marginalidad, al abandono, a la soledad, no sin un toque de humor.

Según sus propias palabras, la depresión fue para él una constante en casi toda su vida. "Yo nunca he sabido realmente de dónde viene mi estado depresivo, pero tiene que ver con un alejamiento de mí mismo. Ha sido el motor, el mecanismo determinante que me ha hecho tomar toda actitud en la vida: he vivido tratando de evitarla, de escapar de ella, de entenderla, de manejarla. Me ha hecho beber, me ha empujado a las drogas, me ha conducido al Zen".

En 1994 Cohen se recluyó en un monasterio budista, el Centro Mount Baldy Zen, cerca de Los Ángeles, donde comenzó 5 años de retiro espiritual absoluto, transformándose en un monje budista.
Sus letras podrían leerse a la luz de su biografía. Él mismo lo autoriza cuando en una entrevista le preguntan si lo que escribe está basado en su vida real "Diría que lo está exclusivamente. Tengo una imaginación muy pobre y siempre me pensé como una especie de periodista reportando desde el lugar de los hechos lo más detalladamente posible. Creo que el trabajo de todo el mundo es enteramente autobiográfico."
He elegido dos canciones que me gustan mucho. Han cumplido en mi caso la misión propuesta por el propio Leonard, de volverse el telón de una época de la vida del que las escucha: "Provee la banda de sonido para la seducción, la pérdida, el amor, para lavar los platos. Tiene un aspecto utilitario muy real. Eso es lo que amo, que la gente pueda usar las canciones como telón de fondo de momentos importantes en sus vidas."
Además las elegí por que a mi entender muestran un aspecto de la vida-obra de este artista generalmente poco destacado. El aspecto de una autodisciplina en el trabajo interior, que lo acerca a la noción de "guerrero espiritual" proveniente de las tradiciones místicas orientales y de la América precolombina. Me refiero por dar un ejemplo a cierto rigor que emana de "Avalanche", del disco "Songs of love and hate" de 1971. "Debes aprender a servirme bien". Parece la voz de un maestro interior, de un doble que reclamara la soberanía de las venas, de la Vida. ¿El yo auténtico desplazando al ilusorio ego?. Leyendo en clave zen.

Las siguientes son estrofas de "Waiting for a miracle" Del disco "The future" de 1992.
"Yo sé que realmente me amabas / pero, mira, mis manos estaban atadas. / Yo sé que debe haberte herido, / debe haber herido tu orgullo / permanecer bajo mi ventana / con tu corneta y tu tambor / mientras que yo estaba esperando / a que el milagro llegara. / / No creo que te gustara / no te gustaría quí / No hay entretenimiento / y los juicios son severos / El maestro dice que es Mozart / pero suena como chicle / cuando estas esperando / a que el milagro llegue."
Acaso ese sitio donde "no hay entretenimiento" y "los juicios son severos" aluda al monasterio en el que Cohen pasó cinco años. (Aunque el disco es anterior a su retiro en el ´93, ya venía visitando el lugar esporádicamente desde hacía años. )

Un hombre que deja a una mujer, al confort, su vida mundana, con sus placeres y amarguras, para recluirse en un monasterio a esperar a que el "milagro" llegue. ¿Tal vez con el "milagro" se refiera a la "iluminacion" o "satori" experiencia fundamental del budismo zen?. "El satori es el alfa y el omega del budismo zen. Puede ser definido como una mirada intuitiva en la naturaleza de las cosas, en contraste con la comprensión lógica o analítica. Prácticamente significa el descubrimiento de un mundo nuevo, desapercibido hasta ahora a causa de la confusión de un espíritu formado en el dualismo. Al alcanzar el satori, todo lo que nos rodea es visto bajo un ángulo de percepción hasta ahora desconocido..." Ensayos sobre el budismo zen, D. T. Suzuki.

No intentaremos especular aquí acerca del grado de iluminación que pueda haber obtenido L. Cohen en su retiro. Pero es un rasgo más de la experiencia de este hombre que se ha esforzado por mejorarse toda su vida.
Aunque es muy modesto en cuanto a sus logros en este terreno: "Realmente nunca entendí la filosofía Zen. (***) No buscaba una elevación espiritual, sino una solución a la presión de mi vida, y me daba igual si eso pasaba por la religión, la cocina o la filosofía. Pero no conseguí entender el concepto budista, me canso intentándolo."

Tanto L. Cohen como Dylan son considerados, "sobrevivientes" de una época bastante descontrolada, que se llevó a unos cuantos a la tumba, como Janis Joplin, Hendrix y Jim Morrison, entre otros.
Fueron los tiempos de los "beatniks" y, posteriormente, de los "hippies". Los jóvenes de esas décadas (50, 60, hasta entrada la década del 70) en los USA, fueron la primera generación en el mundo occidental que tuvo contacto masivamente con la cultura oriental y de otros pueblos antiguos. El budismo, el zen, el yoga, el tao, el chamanismo, entre otras disciplinas.
Leonard Cohen, podría verse como un exponente singularmente lúcido entre los grandes artistas que dio esa época que terminó con muchos de sus héroes muertos y con sus principios digeridos por el establishment.
Descubrió el zen en los 60's, y en los noventa fue ordenado monje bajo el alias Drama de Jikan (“El silencioso”). Desde ese entonces no se presentó más en vivo aunque siguió creando, hasta esta nueva gira, que promete hacer historia.

Tal vez ahora deberíamos hacer silencio nosotros para escuchar lo que dice el maestro.

Esperando el milagro

Muchacha, he estado esperando,
he estado esperando noche y día.
No vi el momento,
he esperado media vida.
Hubo muchas invitaciones
y yo sé que tu enviaste algunas,
pero yo estaba esperando
a que el milagro llegara.

Yo sé que realmente me amabas
pero, mira, mis manos estaban atadas.
Yo sé que debe haberte herido,
debe haber herido tu orgullo
permanecer bajo mi ventana
con tu corneta y tu tambor
mientras yo estaba esperando
a que el milagro llegara.

No creo que te gustara
No te gustaría aquí
No hay entretenimiento
y los juicios son severos
El Maestro dice que es Mozart
pero suena como chicle
cuando estas esperando
a que el milagro lleguara.

Esperando el milagro
No queda nada que hacer
No he estado así de feliz
desde el final de la segunda guerra mundial
Nada queda que hacer
cuando sabes que has sido arrebatado
Nada queda por hacer
cuando mendigas por una migaja
Nada queda que hacer
cuando sabes que tienes que continuar esperando
a que el milagro llegue.

Soñé contigo, muchacha
Fue justo la otra noche.
La mayor parte de ti estaba desnuda
pero algo de tí era luz.
Las arenas del tiempo caían
de tus dedos y pulgares
y tú estabas esperando
a que el milagro llegara.

Muchacha, casémonos,
hemos estado solos demasiado tiempo.
Estemos solos juntos.
Veamos si somos así de fuertes.
Hagamos algo loco,
algo absolutamente equivocado
mientras estamos esperando
a que el milagro llegue.

Esperando el milagro
No queda nada que hacer
No he estado así de feliz
desde el final de la segunda guerra mundial
Nada queda que hacer
cuando mendigas por una migaja
Nada queda que hacer
cuando sabes que tienes que continuar esperando
a que el milagro llegue.

Cuando has caído en la autopista
y yaces bajo la lluvia
y ellos te preguntan como te sientes
desde luego contestas que no te puedes quejar
Si te estrujan por información
es cuando tienes que actuar mudo:
sólo dí que estabas allí fuera esperando
a que el milagro llegara.





Avalancha

Dí un paso en una avalancha
que cubrió mi alma.
Cuando no soy este jorobado que ves
duermo bajo la colina dorada.
Tú que deseas conquistar el dolor
debes aprender, aprender a servirme bien.

Arañas mi costado por accidente
cuando bajas por tu oro.
El deforme que vistes y alimentas
no se muere de hambre ni de frío;
el no ha solicitado tu compañía
no en el centro, el centro del mundo.

Cuando estoy sobre un pedestal
tú no me subiste allí.
Tus leyes no me fuerzan
a arrodillarme grotesco y desnudo.
Yo mismo soy el pedestal
para esta fea joroba a la que tú miras con descaro.

Tú que deseas conquistar el dolor
debes aprender lo que me hace amable.
Las migajas de amor que me ofreces
son las migajas de amor que yo he dejado atrás.
Tu dolor no tiene credencial aquí,
es sólo la sombra, la sombra de mi herida.

He empezado a desearte
yo que no tengo ambición;
he comenzado a preguntar por tí,
yo que no tengo necesidad.
Tú dices que te has alejado de mí
pero puedo sentirte cuando respiras.

No te vistas con esos harapos por mí.
Sé que no eres pobre.
Y no me ames con tanta fuerza ahora
cuando sabes que no estás seguro.
Es tu turno para amar, amor
es tu carne lo que llevo como vestido.