jueves, 10 de julio de 2008



Este artículo es el "apócrifo" que salió en junio en el primer Tinta China del tercer ciclo. A pedido de Alfredo y Mauricio que tuvieron la idea de hacer el primer suple todo apócrifo -ya que vino a seguir lo que quedo truncado allá por el 28 de diciembre de 2001- inventé el personaje Luna Xalpen, rockera irreverente del sur, y a la entrevistadora Paula bruxo.

Luna Xalpen. En el crisol de todos los pueblos.
Entrevista por Paula Bruxo

Estamos en un improvisado campamento en las afueras de Puerto Madryn. Los niños de las 24 familias sin casa que viven en un precario asentamiento, juegan entre las casitas de chapa y cartón que los cobijan a ellos, y por unos días, a una artista que ha elegido este sitio como momentánea residencia. Son las 11:35 de la mañana y Luna Xalpen mira concentrada las volutas de vapor de su café. Su rostro curtido de joven-vieja, o mas bien sus manos fuertes y a la vez delicadas imponen respeto. Luego me mira a mí, entre divertida y somnolienta, mientras yo pienso cómo empezar con esta entrevista sin romper la calidez que parece haberse establecido entre nosotras.
Desde 2001, la cantante y guitarrista de la banda que lleva su mismo nombre ha recorrido junto a sus músicos las rutas del sur argentino tocando sin cesar en cuanta ciudad o pueblo se les cruzara en el camino haciendo de sus canciones un credo sureño y de su imagen la de una Violeta Parra rockera o una Patty Smith patagónica.
No pocas ofertas de productores (hasta la del propio Gustavo Santaolalla) han tratado en vano de seducir a la cantante para grabar sus canciones o llevar su arte hacia otras latitudes. Ella ha manifestado en varias ocasiones su voluntad de permanecer al sur del Río Colorado "Hasta que me hayan escuchado hasta las piedras.". Declarada descendiente de los legendarios Selk-nams de Tierra del Fuego, Luna Xalpén se erigió en vocero de aquellos a los que la Historia les negó una voz. Esto le valió no pocas confrontaciones en su Santa Cruz natal (ella es nacida en Puerto Deseado), y en casi todos lados donde estuvo desató la polémica.
Al margen de lo letrístico, la particular música de esta banda recuerda en algo al vigoroso punk- rock-psicodelia de los Texanos Butthole Surfers, aunque la voz se torna por momentos en una dulzura que la acerca a la mexicana Lila Downs, y en otros llega al desgarro de una Courtney Love mapuche.

ENTREVISTA:
P. B.: Actualmente llevan ya casi ocho años de esta casi permanente gira sureña, ¿Cómo se las arreglan para mantenerse juntos, viajar casi todo el año y encima vivir de lo que hacen?

L. X.: Bueno mirá, no es una pregunta fácil de responder... básicamente los chicos de la banda y yo tomamos en un determinado momento de nuestras vidas la decisión de vivir de esto. Primero estuvimos un tiempo estudiando que perspectivas había de poder mantenernos los cuatro, entre las presentaciones, la venta del merchandising y las artesanías... viendo que rol iba a jugar cada uno en todo esto. Hay que tener mucha sobriedad, si no... viste como es... el rock, ese cliché que hay de que el rock es sexo, drogas... borrachera (ríe). En realidad es todo lo contrario, bah, para nosotros lo fue, por que no podíamos darnos el lujo de bardear y terminar tirando todo a la mierda... Son muchas cosas... también cuidarnos para no tener hijos... Fue una decisión de todos, para poder estar libres para movernos.

P. B.: Recién mencionabas los clichés del rock, ustedes tienen una forma atípica de encararlo, es casi imposible encasillarlos en tal o cual estilo o movida por que en realidad lo que ustedes hicieron no lo había hecho nadie antes, esa cosa tan poética y a la vez ten lúcida de tus letras con lo salvaje y espontáneo que tienen...

L. X.: Bueno gracias... (ríe). Tal vez lo que decís se deba a que en nuestra música convergen muchas cosas... en lugar de encasillarnos en un estilo. Tal vez el rock, el punk, el heavy, todo eso que en algún momento y lugar significaba algo, un movimiento... no sé... hoy es un producto más, es una forma de conformismo. Termina siendo un poco fascista... Mas que nada los pibes... se identifican con eso como una forma de rebeldía, se arman grupitos que se odian con los demás y no pasan de eso. Se pelean entre iguales. Hoy por hoy sólo por el hecho de ser joven se es sospechoso. Lo de siempre, aunque traten de hacernos creer que las cosas cambiaron. Nos peleamos entre nosotros mientras que los de siempre, los herederos del genocidio, siguen manejando los hilos del poder, vendiendo la tierra, explotando a la gente. Y sus lacayos, por supuesto, los que por un sueldito se dedican a legitimar y perpetuar este estado de cosas. Entonces lo salvaje pasa por darse cuenta de esto y hacer algo... Nosotros elegimos esto, dedicarnos a algo que llega a las personas como es el arte, la música... llega al corazón de la gente. Y nos distinguimos por que no vamos a decirles lo que tienen que hacer ni les reafirmamos sus prejuicios si no que cantamos sobre las cosas como se ven a través de otros ojos, que no son los ojos del patrón... No sé, decime si me voy a la mierda... (risas). ¿Estás segura de que te van a publicar esto en el pasquín oficialista? (Ríe). No, es un chiste, yo creo que hay que aprovechar todos los espacios. Mientras te respeten... he visto demasiados que han tenido que tragarse todo lo que sostuvieron durante años por acceder a un poquito de poder.

P. B.: Claro, ustedes tienen como un aura de autenticidad, eso se nota, por eso la gente los respeta aunque no sepan muy bien como encuadrarlos... En tus canciones hay algo revulsivo, como si fuera surgido de las entrañas de la tierra, ¿qué parte hay en eso del hecho que tus antepasados hayan pertenecido a una raza sobre la que se cometió un genocidio?

L. X.: Evidentemente hay mucha parte... de todas formas yo no estoy de acuerdo con algunas posturas extremas... parece que se quisiera volver al pasado, y eso es imposible. De todas formas hay mucho para aprender de la cosmovisión de los pueblos originarios, y es un crimen que eso se pierda cada vez más. Hoy por hoy que mis antepasados hayan sido exterminados por los hombres blancos no implica que yo deba vivir con resentimiento hacia todo el mundo por que incluso por mi sangre hay españoles también. Lo que sí yo siento que debo buscar en mí eso que tenían esos pueblos y que el hombre occidental perdió, esa experiencia de comunión con la tierra que en definitiva está en el crisol de todos los pueblos, de todas las razas. Por eso yo me dediqué al rock y no a estudiar en la universidad por ejemplo, por que el rock está más cerca de eso, que es menos racional, es menos moral, tiene más que ver con otros tipos de experiencia... con el nomadismo, con el sexo, con la poesía, con la intemperie, con la libertad...

P. B.: Es muy interesante lo que decís... Ahora... ¿Por qué decidieron quedarse en la región rechazando la posibilidad de moverse por otros ámbitos, grabar, salir en radios, en fin, lo que se supone que buscan todas las bandas?

L. X.: No es que rechacemos de plano todo eso. Es que, mirá, esto es lo más difícil de explicar... en realidad es muy simple... Para todo hay un momento. Si vos no estás seguro de lo que querés y te tienta mucho la guita y todo eso, aparece un comerciante que te quiere producir y obviamente ganar guita y te cambia todo... todo. Nosotros tuvimos la posibilidad de grabar con un productor muy famoso pero perdíamos todo, no teníamos ni la posibilidad de intervenir en las mezclas de lo que grabábamos ni en la producción artística ni en nada. En definitiva nos convertíamos en asalariados de la industria musical, ¿para qué?. Además corríamos el riesgo de perder la posibilidad de seguir en lo que venimos haciendo. En la concientización de lo que fue la "limpieza" que hicieron acá en la patagonia, que no se enseña en la escuela y en la que hacemos un poco de pedagogía. Por ejemplo lo que fueron los acontecimientos de la llamada "patagonia trágica", que debería ser conmemorado como lo es el día del trabajador. ¡Es nuestra historia! Masacraron a mas de mil quinientos obreros, y no lo cuentan. ¿Y como puede ser que en Rawson, por ejemplo, haya una estatua del genocida de Roca enfrente a la plaza? ¿Cómo es que todavía no hubo un puñado de gente consciente que la haya volteado a mazazos? ¿Te das cuenta?.
Y también sentimos la necesidad de cantar sobre estas cosas por que hay otros que cantan tergiversándolo todo, como ese que dice: "Por que ha nacido tehuelche, y antes que nada argentino." Nosotros tenemos un tema que dice "Si el tehuelche nació argentino, esa fue su muerte". ¡Que es la verdad! ¡¿Acaso no se masacró a los tehuelches como a tantos otros pueblos en nombre del progreso de este bendito país?!. Y así los cantores "populares" terminan haciéndole el caldo gordo a los poderosos. Al político le conviene que la gente se ponga nacionalista por que así se culpa siempre al otro de los males del país, en lugar de reclamar a quien corresponde.
Más adelante, tal vez produzcamos un disco nosotros... mientras tanto... estamos viajando. Nutriéndonos con las historias de cada lugar. Esa es nuestra realidad en este momento, es un privilegio estar acá, en esta tierra tan pura todavía, tan incontaminada. Y en cada lugar vamos dejando las historias, para que el que quiera oír oiga.

P. B.: Para terminar, ¿Cual es su próxima movida después de tocar acá en Madryn?

L. X.: Tenemos un encuentro de bandas en Puerto Deseado. Va a ser una movida muy linda que organizan unos chicos de allá. Van a ir bandas de toda la patagonia. Se llama "Tributo a Wilkens". ¿Sabés quien fue Wilkens? Fue un anarquista, fue el que ajustició a Varela, el capitán que estuvo a cargo del fusilamiento de los 1500 trabajadores en Santa Cruz. Wilkens lo mató con una bomba. En nombre de la gente que no tiene quien la defienda. Va a estar buena, van a ir jóvenes de todo el sur, incluso hermanos del sur de Chile van a ir. Va a estar bueno, sí, y va a dar que hablar.

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